Presentación de la biografía de Pablo Neruda por Mario Amorós

El pasado lunes 29 de febrero celebramos en la sede del Ateneo la presentación de la biografía de Pablo Neruda: Neruda, el príncipe de los poetas. Se trata de una obra escrita por Mario Amorós y publicada por Ediciones B.

Mario Amorós, un mocetón de Novelda que reside en Madrid, es historiador y periodista; y autor de otros libros, como Allende. La biografía (Ediciones B, 2013) y 75 años después. Las claves de la Guerra Civil española. Conversación con Ángel Viñas (Ediciones B, 2014).

También ha publicado libros sobre historia de España, por ejemplo El hilo rojo (PUV, 2012) , sobre dos familias de militantes comunistas originarias de Córdoba, o Argentina contra Franco (Akal, 2014), sobre la causa abierta en Argentina contra los represores franquistas.

Ha trabajado en los diarios Información (Alicante) y El Mundo, como estudiante en prácticas. Y como periodista “freelance” ha publicado en los principales medios de España durante años. También trabajó como periodista en Izquierda Unida y en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Desde hace cinco años se dedica profesionalmene a escribir libros.

Es militante de base del Partido Comunista de España y de Izquierda Unida. Forma parte del consejo de redacción de Mundo Obrero, periódico del PCE que ha cumplido 85 años. He leído en una entrevista que su amor por la Historia se lo debe a su padre, Francisco Amorós Ribelles, albañil de profesión y militante del Partido Comunista de España.

Conocí a Mario en diciembre, a través de mi gran amigo nerudólogo Gunther Castanedo. El 14 de enero pasado fue la presentación de la biografía de Neruda en Alicante, en La Lonja, dentro de unos actos promovidos por la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante. La sala abarrotada, José Carlos Rovira, profesor de la UA, y Francisco Escudero Galante, gestor del Legado de Miguel Hernández en Jaén, acompañaron a Mario y desgranaron el libro.

En diciembre pasado, el semanario español Tiempo publicó diversas cartas de Miguel Hernández, que Mario Amorós recuperó del Archivo Nacional de Chile (http://www.tiempodehoy.com/cultura/las-cartas-perdidas-de-miguel-hernandez)

Debido a la gran figura literaria y política de Pablo Neruda, tan cercana a Miguel Hernández, no podíamos perder la ocasión de traer a Mario a Orihuela. El mismo día del acto en Orihuela, el lunes 29 de febrero, Mario fue invitado por el Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti de la UA a presentar su libro por la mañana. Y por la tarde vino en tren a Orihuela. Le esperé en la estación y llegó sobre las cinco y veinte. Lo primero que vio fue el monumento a Miguel Hernández enfrente de la estación, promovido por el Ateneo con motivo del centenario de su nacimiento. Mario me dijo que era un recuerdo muy hermoso. Paseamos por los Andenes hasta llegar a la Glorieta. Allí nos paramos en el busto a Gabriel Miró. Le expliqué que la “sotánica y satánica” Orihuela de entonces (1932) no quiso rendir homenaje a Miró porque lo consideraba un indeseable y casi un blasfemo, y todo por pretender una Orihuela de progreso y criticar la axfisiante influencia de la Iglesia. Un grupo de jóvenes, entre los que se contaban a Ramón Sijé y Miguel Hernández, se enfrentó a la carcundia reaccionaria y erigió el busto que hoy, para desgracia de toda Orihuela, si ningún político sensato lo remedia, terminará por veniorse abajo por efectos del tiempo y de la desidia.
Después de la explicación de lo que supuso el acto de inauguración del busto aquel caluroso domingo 2 de octubre de 1932 para el joven Miguel Hernández, pasamos al lado del Casino Orcelitano y de sus vetustas “peceras” y la no menos vetusta placa de socios caídos por Dios y por España, y nos fuímos al Hotel-Palacio de Tudemir para descansar un rato y contemplar la hermosa cúpula. De ahí, en un paseo por la calle Mayor, a la sede del Ateneo. La mujer de Paco y el propio Paco con su chaval, trajinando y el olor de tortilla de patata revoloteando en el ambiente….

Fue llegando gente poco a poco y sobre las ocho menos veinte más o menos emnpezó el acto. Di las gracias a Mario por su generosidad (no cobró ni un euro), y expliqué que todos los días son buenos para recordar a Miguel, no sólo en el mes de su muerte (o asesinato, mejor) o en el de su nacimiento. Recordé que en ella última Asamblea General de Socios/as, celebrada el pasado 18 de febrero, se decidió por unanimidad de los presentes animar a todas las personas que asistan a los actos del Ateneo a colaborar económicamente en el sostenimiento del colectivo mediante las cuotas anuales. Después de introducir brevemente, Mario agradeció al Ateneo que quisiera presentar su libro. Trazó un itinerario biográfico de Neruda y también algunos hechos que narra en su ensayo.

El libro se compone de 618 páginas, 1666 notas a pie de página, 15 capítulos, ha consultado 18 archivos de cuatro países (Chile, España, Rusia y Suecia), y al final del volumen el autor deja constancia de su agradecimiento a las instituciones y personas que le han permitido acceder a cualquier tipo de documentación relevante. Mario ha dedicado durante los últimos cuatro años parte de su tiempo en localizar la documentación sobre Neruda que ha utilizado en su biografía. El título, Neruda. El príncipe de los poetas, está tomado de una frase de Saúl Yurkievich, uno de los principales estudiosos de su obra.

Recordó su amistad con Miguel Hernández y los esfuerzos de Neruda por sacarlo de la cárcel. Demuestra en su libro que Neruda mintió cuando injurió gravemente a Carlos Morla Lynch, diplomático chileno Encargado de Negocio de la Embajada de su pais en Madrid, cuando lo acusó de no querer asilarlo en la delegación diplomática. En realidad, fue el propio poeta oriolano el que no quiso porque lo consideraba una deserción de última hora, como ya defendió Arturo del Hoyo. Y fue la muerte de Miguel Hernández lo que rehizo la amistad entre Neruda y Juan Ramón Jiménez, rota antes de la guerra. Mario recoge una foto, hasta ahora inédita, de la hija de Neruda, Malva Marina, conservada en el Legado de Miguel Hernández. En su libro recoge una carta del poeta oriolano.

Las relaciones sentimentales de Neruda y su polémica en 1966 con algunos escritores cubanos atrajo el interés de la concurrencia, que casi llenó la sede del Ateneo. De hecho, tanto José María Lucas como Luisa Pastor al final de la intervención de Mario le preguntaron por estos asuntos. Mario también publica en su libro las notas del colegio del poeta, o infinidad de detalles desconocidos acerca de su relación con Federico García Lorca, Rafael Alberti y otros poetas españoles durante la República. La epopeya del “Winnipeg”, el barco fletado por el Gobierno de Chile en 1939 para auxiliar a los republicanos españoles, en el que Neruda tanto tuvo que ver, también fue emocionante porque Mario dijo que todavía hay supervivientes que recuerdan con cariño y gratitud la intervención de Neruda.

No me resisto a reproducir una graciosa anécdota que suscitó la hilaridad y risa de los presentes. En la página 114 la relata, y se vieron involucrados Federico García Lorca y Pablo Neruda en un pueblo español hacia 1935. Les invitaron a dar un recital de poesía y, cuando llegaron a la estación de tren, parecía que nadie les había ido a esperar. Se dirigieron al teatro y con cierto reproche comentaron a los lugareños que no les habían recibido… Ellos se excusaron: “Fuimos, pero no les reconocimos. Creimos que vendrían vestidos de poetas…”. Con su alegría andaluza, Lorca les aclaró: “¡Es que somos de la poesía secreta!”.

Entre la documentación nueva que presenta en el libro destaca el dossier de 355 páginas en ruso sobre Neruda que se conserva en un archivo muy importante de Moscú, el RGASPI. Se trata de documentos del PCUS, de noticias de la prensa soviética sobre Neruda y de artículos del poeta en Pravda o Izvestia. Es una documentación clave, nunca citada hasta ahora, para conocer el compromiso de Neruda con el comunismo.

Otro asunto, que despertó la curiosidad, por la gravedad del mismo, fue el posible asesinato de Neruda por agentes secretos chilenos, con ayuda de los norteamericanos. Respecto a su muerte, en el epílogo, Mario ha entrevistado a los dos diplomáticos vivos que le vieron el sábado 22 de septiembre de 1973, incluye testimonios extraídos del sumario judicial y contrasta al máximo posible la versión de su viuda, Matilde Urrutia, y del chofer, Manuel Araya, quien sostiene que fue asesinado. Durante el presente mes de marzo, el equipo internacional de científicos que está examinando sus restos desvelará si murió como consecuencia de la terrible agonía física y emocional que sufrió tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, o murió, como sostiene su último chófer, asesinado por agentes de Pinochet para impedir que el 24 de septiembre viajara a México en un avión enviado por el Gobierno de este país que ya estaba en el aeropuerto de Santiago. Desde México, Neruda tenía previsto dar a conocer una declaración contra la junta militar chilena.

Concluida la presentación, un buen pincho de tortilla y magro con tomate, con una cerveza, y una no menos animada charla fueron los ingredientes del acto, que en la modestia del Ateneo y su decidida vocación de servir como colectivo abierto a la cultura participativa y comprometida de la Vega Baja.

Agradecemos a Mario Amorós su esfuerzo y generosidad, y su compromiso con la verdad.

Aitor L. Larrabide

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