La Memoria Histórica como recuerdo colectivo, como acciones colectivas vividas por un pueblo en el pasado, como acción de preservar la identidad y la continuidad de un pueblo a través de las diferentes etapas históricas del desarrollo de la lucha de clases.
Si los fusilados en la provincia de Alicante, de 1936 a 1945 asciende a 742 víctimas, de los cuales 156 son víctimas de la Vega Baja, asesinados con la farsa jurídica de juicios sumarísimos de urgencia. Más del 20% de los republicanos fusilados en la provincia procedían de la Vega Baja y 38 de ellos de Orihuela y Benferri y un largo número que sigue del resto de pueblos que fueron fusilados en Alicante.
Hoy nos encontramos aquí, en el monumento a los fusilados que logramos erigir en el año 2008, lugar donde fueron fusilados y se encuentra la fosa común donde fueron arrojados la mayoría de ellos, para seguir reivindicando 78 años después, año tras año, Verdad-Justicia y Reparación para todos ellos y a todas las víctimas del franquismo.
Los mayores fusilamientos se produjeron en octubre y noviembre de 1939.
Desde el Ateneo y la AVF seguimos haciendo nuestra la lucha por esa recuperación de la memoria colectiva que nos permita conocer el pasado para entender el presente y futuro y de una vez por todas conseguir que se haga justicia y reconocimiento a todos los hombres y mujeres que fueron asesinados, torturados y encarcelados por defender el régimen legalmente establecido, la II República española.
En el estado español la persistencia de las víctimas, asociaciones de memoria y las movilizaciones y acciones de las mismas, han conseguido mínimamente rescatar del olvido los crímenes del franquismo, un olvido programado por las élites políticas de la Transición, siendo ese espíritu de la Transición el ejecutor de un olvido pactado bajo el supuesto de un futuro democrático. Ese espíritu de la llamada Transición ha sido y sigue siendo el gran freno a las demandas de las asociaciones y víctimas del franquismo, permitiendo en la actualidad la impunidad imperante del franquismo tanto a nivel institucional, jurídico y cultural. Ello lo vemos reflejado hoy en día en la imposibilidad jurídica de juzgar los crímenes del franquismo en el estado español bajo el amparo de la Ley de amnistía de 1977 y de la actual Ley de Memoria Histórica, todo ello bajo el paraguas de ese modelo de Transición que dejó en las cunetas y fosas comunes a miles de personas asesinadas en las 2300 fosas localizadas.